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Mumbai

Mumbai 16 de Abril (1er día)

La travesía hacía Mumbai nos llevó a navegar a lo largo de la costa Oeste de la India, el primer país del mundo en población con más de 1.400 millones de personas, superando a China. La población está compuesta por un 80 por ciento de hindús, un 15 por ciento de musulmanes y el resto repartida entre sijs, jainistas y cristianos.
No hay una lengua nacional y su Constitución establece la existencia de 23 lenguas oficiales, una de ellas el inglés pero todas tienen la misma importancia. Nuestra ciudad de destino es Mumbai, cambió en 1996 su anterior nombre de Bombay por el actual. El anterior nombre provenía de la palabra portuguesa Bom Baia (buena bahía). Los ingleses recibieron la ciudad como dote cuando una princesa portuguesa se casó con un príncipe ingles y la rebautizaron como Bombay, nombre que perduró hasta que la ciudad fue rebautizada una vez más con el nombre de la deidad local Mumba, diosa de los pescadores, ‘ai’ es madre y de ahí el nombre Mumbai.
La ciudad es la más grande de la India y un gran centro financiero . Tiene unos 12, 5 millones de habitantes, y con su área metropolitana llega a los 18 millones y medio.
Ya habíamos estado en la India y nos preguntábamos si Mumbai nos daría la misma buena impresión que tuvimos en nuestra anterior visita. Para esta visita habíamos decidido acompañar a nuestros amigos franceses Jacqueline y Yves que habían contratado por adelantado una visita en un vehículo con aire acondicionado con chofer y guía y obviar las excursiones organizadas por el barco.
El día de la llegada nos levantamos temprano y a las 7,45 ya estamos en recepción siendo de los primeros en la cola para salir del barco. Llegamos a la terminal y tuvimos que pasar un control que funcionaba fatal, ya que el dispositivo para tomar las huellas digitales no funcionaba fatal y no lograron grabarlas y tras varios intentos nos permiten pasar sin tomarlas.
En la puerta del puerto nos estaban esperando el guía y el chofer del vehículo que nos llevaría por Mumbai durante dos días. El guía que hablaba francés parecía un señor muy mayor al que le costaba un poco caminar, luego nos enteramos que solo tenía 60 años.
Primero nos llevó a través del barrio de Colaba que es un barrio lleno de edificios de la época colonial donde pasamos por delante de la Galería Nacional de Arte moderno, del cine más antiguo de la India, el cinema Regal y del Cursrow Baug una manzana de casas donde viven personas de la comunidad parsi y donde está prohibido entrar.
Nos dirigimos hacía la Puerta de la India que se halla enfrente del hotel Taj Majal como podéis ver en la foto que encabeza esta pagina. La puerta de la India es el monumento más popular de Mumbai, es un arco de triunfo construido para conmemorar la visita del Rey Jorge V en 1911.
Desde este lugar parten las barcazas que nos llevarían tras casi una hora de trayecto a través de la bahía hasta la Isla de Elephanta.
Allí tras recorrer el largo muelle en un tren turístico empezamos a subir por un camino con más de 150 peldaños, en cuyos lados había tenderetes de todo tipo de productos para el turismo, así como bares y puestos de comida y unos curiosos puestos de venta de zumo de caña de azúcar que elaboraban allí mismo.
Al llegar al final de la cuesta llegamos a una explanada donde se hallaba la entrada de las cuevas de Elephanta, un templo en honor al dios Shiva edificado en el interior de una cueva que conserva un patrimonio artístico único.
El interior con una bóveda mantenida por columnas estaba lleno de relieves y esculturas y un templo en honor a Shiva. Los relieves son imágenes alegóricas de la vida del dios Shiva y de su mujer la diosa Parvati y de su victoria sobre el demonio.
El complejo de templos ocupa un área de 5.600 m² y consisten en una cámara principal, dos cámaras laterales, patios y santuarios secundarios. Se cree que las cavernas fueron construidas entre los años 810 y 1260. En el siglo XVI los portugueses dañaron gravemente las estatuas, usadas para practicar tiro al blanco. Fueron declaradas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1987
Tras descender, volvimos a tomar la barcaza de vuelta hacia la Puerta de la India. Al llegar allí, nos dirigimos a visitar el interior del lujoso hotel Taj Majal, sito en un edificio impresionante y que se hizo famoso en 2008 por el sangriento ataque de terroristas musulmanes con toma de rehenes que dejaron un balance final de 183 muertos. Los terroristas también atacaron la estación Victoria y el restaurante Leopold que también visitamos el día siguiente.
Una vez fuera del hotel, el guía nos dirigió hacia un restaurante en el barrio de Colaba. Un restaurante que era de todo menos típico hindú, ya que en sus paredes todos los motivos eran de figuras del rock, pero lo cierto es que la comida si era hindú y por suerte para nosotros, a excepción de algún plato, nada picante.
Tras la comida nos dirigimos a visitar una tienda de artesanía de lujo con preciosas estatuas de bronce y alfombras de mucha calidad. Y de esta tienda nos fuimos hacía el barrio de Dadar, barrio muy comercial, atestado de personas, vehículos y motos tocando el claxon, comercios de calidad, así como puestos de todo tipo de artículos en la misma calle.
Entramos en una tienda de textil, donde vimos a numerosas novias probándose prendas para su boda. Tras mirar diferentes prendas, como pañuelos, saris etc. Inma decidió comprarse una prenda de tres piezas muy elegante e hindú. Tras ello y tras circular por diferentes barrios de la ciudad donde pudimos observar, desde rascacielos modernos habitados, pasando por otros en plena construcción y otros cuya construcción se veía parada, así como otros barrios con casas que debieron de ser lujosas, pero que están abandonadas o en un estado de conservación pésimo y numerosas zonas con chabolas, todo ello rodeado de increíbles cantidades de basura.
A continuación, el guía nos llevó a una zona cercana donde hay un pequeño templo del dios Ganesha, junto a un gran parque de tierra donde una gran cantidad de jóvenes estaban jugando, mayoritariamente partidos de cricket, aunque había grupo jugando a futbol. Junto a este lugar también había un pequeño santuario donde está la diosa Parvati de color negro, donde el guía se paró a rezar.
Tras esta visita el guía nos llevó de nuevo hacía la zona comercial de Dadar para comprar una bolsa grande para poder guardar las cosas que no nos quepan en las maletas al llegar a casa.
Y es ahí donde ocurre la anécdota del día. Inma y Jacqueline salieron del coche siguiendo al guía y nosotros queríamos ir también, pero al ir en la parte de atrás del coche sin puerta tardamos un poco más en salir. Las pudimos ver a lo lejos e intentamos seguirlas, pero ante el caos de la zona con gente, coches y motos por todas partes las perdimos de vista y nos encontramos con que el coche también se había ido y estábamos allí en medio de un cruce de calles con cientos de personas pasando a nuestro lado y sin idea de donde podían estar tanto el chofer como Inma. Intenté que alguien me dejase un teléfono para llamar al guía, pero resulta que nadie ‘sabía ingles’ y decidimos quedarnos donde nos había dejado el coche. Finalmente, y después de algo más de 15 minutos aparecieron por la esquina buscándonos y pudimos reunirnos todos.
Tras esta pequeña aventura en Mumbai le pedimos al guía que nos llevase al barco, quedando para el día siguiente. Tras pasar nuevamente el trámite fronterizo fuimos al camarote para darnos una reconfortante ducha y con ello dimos por terminada nuestra primera agotadora jornada en Mumbai.
A continuación os dejamos dos videos, que me recuerdan mi juventud cuando jugábamos a futbol con nuestros amigos en cualquier lugar, ya fuese en la calle o en un parque publico y que he vuelto a rememorar viendo la afición que hay en Mumbai a jugar a cricket en cualquier lugar como podeis comprobar en los videos

Mumbai 17 de Abril (2º día)

El segundo día bajamos del barco a las 8, ya que habíamos quedado con el guía a las 8,30 en la puerta de salida del puerto. Se retrasó un poco más de 15 minutos y nos vimos rodeados de una gran cantidad de personas indias que acababan de llegar con un crucero y que parecían asistir a una convención de Tata Insurances.
Llegó el guía y nuestro primer destino fue el puerto de pescadores, primero vimos una zona donde varias personas reparaban las redes.
Siguiendo más adelante llegamos junto al punto donde los barcos descargaban su pesca, y la llevaban al lado a una especie de cobertizo donde el pescado se ponía en cajas y otro se dejaba en el suelo y era en aquel lugar donde los compradores ofertaban por los lotes de pescado.
Entre las cosas que nos llamaron la atención además de la suciedad que imperaba en la zona, así como el horrible olor que tuvimos que soportar, estaba la forma en la cual a partir de unos grandes bloques de hielo que estaban en la parte posterior de un camión y eran introducidos poco a poco en una trituradora que llenaba unas cajas con el hielo picado que era llevado a la zona donde se distribuían este hielo entre las cajas con el pescado.
La segunda cosa que nos impactó fueron unos carros con tres o cuatro bidones atados que comprobamos como servían para ir al surtidor de fuel para llenarlos y llevarlos a continuación a la zona donde estaban atracados los pesqueros que repostaban el fuel de esos bidones con tubos de goma, un repostaje artesanal total.
A continuación os dejamos dos cortos videos que os daran una idea más clara del puerto de pescadores y de su activiad en él
Desde allí nos dirigimos hasta la zona de Dhobi Ghat, las lavanderías públicas de Mumbai con sus características hileras de pilas de piedra, los tejados con cientos de prendas tendidas casi organizadas por colores, el constante trajín de personas y todo al aire libre, en medio de una gigantesca ciudad.
La ropa se sujeta enrollándola en las cuerdas sin pinzas. Para el lavado solo utilizan sosa cáustica y estos trabajos solo son realizados por hombres que trabajan en una cadena de producción con especializaciones de trabajo como lavar, secar, planchar, clasificar y marcar la ropa y todos ellos forman parte de una casta de lavanderos ‘los dhobi’

Adjuntamos también un video de Dhobi Ghat. 

La siguiente parada fue para tener una panorámica de Marine Bay, la bahía alrededor de la cual se levantan los edificios de más lujo así como muchos hoteles en la zona más moderna de Mumbai. En su centro está la playa de Chowpatty, donde comprobamos que no había nadie puesto que los hindús no acostumbran a ir a la playa y menos aún las mujeres.
Desde allí nos dirigimos a Chhatrapati Shivaji Maharaj Terminus o estación Victoria, el edificio que alberga la preciosa estación central de Mumbai de estilo indo-sarraceno que fue declarado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2004. Fue proyectada por el arquitecto Fredrick Williams Stevens y fue construida en 1887 para conmemorar el Jubileo de oro de la Reina Victoria y bautizada como «Estación Victoria» y renombrada en 1996 como «Chhatrapati Shivaji Terminus» en honor a Chhatrapati Shivaji, antiguo guerrero y rey hindú del siglo XVII.
Estuvimos en su interior admirando su arquitectura y mantuvimos una conversación con una pareja de chicas españolas, que alucinaron cuando les explicamos que estábamos dando la vuelta al mundo en un crucero durante 4 meses.
Justo al lado se levanta también un edificio del mismo estilo que es el ayuntamiento de la ciudad.
A continuación, fuimos al mercado Crawford sito en un edificio con una torre de reloj que fue construido en 1860. Es un mercado caótico donde puedes encontrar desde especias, todo tipo de fruta y vegetales, cosas para el hogar. Algunos de sus puestos tienen buen aspecto y otros todo lo contrario. Se venden incluso animales y entre ellos unos preciosos cachorros de Golden Retriever.
Es un mercado que en el mundo occidental no se permitiría su existencia, por la falta de higiene, pero esto es la India.
Al salir del mercado nos dirigimos hacia la estación de tren de Churchgate para ver en acción a los dabbawala (el que lleva una caja,) son personas empleadas en una industria de servicios única, cuyo principal negocio es la recogida de comida recién cocinada en cestas de almuerzo desde la casas de los trabajadores de oficinas (principalmente los que viven en las afueras), transportándolas a sus respectivos lugares de trabajo y posteriormente devolviendo las cestas vacías usando varios medios de transporte, entre ellos el tren y la bicicleta.
Tras pasar cerca de un slum o barrio de barracas marginal de la ciudad volvemos a repetir la comida en el mismo restaurante, ya que el día anterior nos pareció muy correcto.
Una vez finalizada la comida y antes de dirigirnos al barco, pedimos al guía que nos llevase a tomar un café en el antiguo café Leopold que abrió sus puertas en 1871, nos tomamos un capuchino y descansamos un rato rodeados de más pasajeros del crucero.
A continuación, ya estando cerca la hora de la salida del barco nos dirigimos al puerto despidiéndonos de nuestro chofer y guía. En la terminal compramos varios recuerdos para poder gastar las rupias que nos quedaban.
Vemos la salida del puerto de Mumbai despidiéndonos de nuevo de la India. Nos vamos de esta segunda visita con un gusto agridulce ya que hemos vuelto a vivir lo que es y significa la India. Pero en esta ocasión puede que motivado por haber visitado su mayor ciudad, disponer de un tiempo limitado para hacerlo, y un guía que no supo evitar los inconvenientes con los que nos fuimos encontrando tuvimos una sensación mayor de agobio que en nuestra anterior visita. Pero seguimos pensando que la India es un país fascinante, pero que tal como dice mucha gente es un país que te enamora o del que te vas pensando en no regresar jamás. Creo que nosotros si hay otra oportunidad seguiremos intentando enamorarnos de él.

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