Travesía a Nueva Caledonia
En los dos días de travesía a través del Mar de Tasmania, en nuestro camino hacía el archipiélago de Nueva Caledonia se dieron dos hechos relevantes.El primero de ellos, se produjo el 19 de marzo día del padre y San José, en el que Inma me quiso hacer una fiesta sorpresa tras la cena con un brindis con cava con nuestros mejores compañeros de viaje, aunque no fue una sorpresa del todo ya que a uno de los invitados se le escapó alguna cosa delante de mí aunque no me di por enterado. El segundo hecho se dio el día 20 en el que fuimos invitados por el capitán junto a otros pasajeros a realizar una visita al puente de mando, y la sala de control de máquinas, donde se nos dieron todas las explicaciones de los diferentes aparatos de control, navegación y medidas de seguridad, así como del funcionamiento interno de temas como el abastecimiento y el reciclaje del agua y residuos, etc. Tras estas visitas fuimos invitados a una comida de gala.
Ha sido una experiencia muy interesante que nos ha enseñado el funcionamiento de esta gran maquina.

Y a continuación una fotografía del Capitán Roberto Liotta y dos grumetes

Nouméa 21 de marzo
A primera hora de la mañana hemos llegado a la ciudad de Nouméa anteriormente conocida como Port-de-France. Es la capital del territorio francés de ultramar Nueva Caledonia y de la Provincia Sur. Está poblada por 94.285 habitantes (182.341 si contamos su área metropolitana conocida como Gran Numea), lo que la convierte en la más poblada del archipiélago y la mayor ciudad francófona de todo el océano Pacífico. La ciudad, culturalmente europea, posee un gran mestizaje. La mayoría de la población son blancos, principalmente neocaledonios, con una minoría importante de funcionarios y militares franceses que viven en ella temporalmente. Otras minorías importantes son los canacos, antiguos habitantes de las islas. La palabra Numea es un nombre de origen canaco y reemplazó el antiguo nombre de la ciudad, Port-de-France, a menudo se la conoce como la St-Tropez del Pacifico. Para conocer la isla hemos decidido unirnos a nuestros amigos franceses Jacqueline y Yves para alquilar un coche Renault Clio y recorrer la isla juntos.Salimos pronto con una lanzadera que nos deja en la ciudad y nos dirigimos caminando hacia la casa de alquiler, cuya referencia es estar junto al McDonald. Comprobamos rápidamente el cambiante clima de la isla ya que en el camino para recoger el coche el cielo se cubre rápidamente y empezó a llover fuerte durante 5 minutos, para a continuación volver a salir el sol.

Cogimos el coche y nos dirigimos por la costa pasando por urbanizaciones frente al mar con edificios de alto standing, que nos transmite la sensación de ser un lugar muy colonial, muy francés, hasta llegar a la playa de los Limones que está vacía puesto que está prohibido bañarse en toda la isla por culpa de los últimos ataques de tiburones .
Tras ello nos dirigimos por la promenade o paseo marítimo junto a la costa hasta llegar a la playa de Anse Vata de arena blanca y una franja de césped con palmeras y merenderos a la sombra que también está vacía. Intentamos visitar el Aquarium des Lagons, pero su apertura es a las 13 horas por lo cual cambiamos nuestros planes.
Tras ello nos dirigimos por la promenade o paseo marítimo junto a la costa hasta llegar a la playa de Anse Vata de arena blanca y una franja de césped con palmeras y merenderos a la sombra que también está vacía. Intentamos visitar el Aquarium des Lagons, pero su apertura es a las 13 horas por lo cual cambiamos nuestros planes.

Decidimos dirigirnos al Centro Cultural Tjibaou, un lugar con una serie de construcciones de arquitectura contemporánea inspirada en la cultura canaca. En su interior hay diferentes exposiciones de esculturas, alfombras y tejidos de la cultura canaca. Hay un camino en los jardines con la historia y mitología del pueblo canaco.


También hay una reproducción a tamaño real de las diferentes chozas o cabañas que utilizaban.
Al acabar nuestra visita al centro cultural y viendo que ya es casi la hora de apertura del acuario nos dirigimos allí y pudimos contemplar y admirar una gran cantidad de peces tropicales y sobre todo corales fluorescentes que son únicos en el mundo y que nos maravillan, como podréis observar en las fotos que adjuntamos. También hay un tanque con tres tortugas grandiosas y un tiburón. Fue una visita muy interesante.


Caballito de mar y Pez Roca


Dos ejemplares del habitat coralino


Es una imagen del mismo tanque, en el de la izquierda con luz, en el de la derecha sin ella donde podemos comprobar la fluorescencia de los corales

Nos dirigimos de nuevo a la Playa de los Limones y en un restaurante enfrente de la playa, La Barca, nos paramos a comer a base de atún elaborado de diversas formas y gambas a la plancha. Comprobamos que muchos mandos y músicos del crucero estaban comiendo en el mismo restaurante

Tras una buena sobremesa nos dirigimos de vuelta a la ciudad para dejar el coche y proseguir a pie la visita a la capital pasando por la catedral de San José de estilo neogótico colonial que estaba cerrada y tenía en su exterior una estatua de Juana de Arco. La iglesia anglicana también estaba cerrada. Nos dirigimos a la plaza principal y centro neurálgico de la ciudad, la plaza de los Cocoteros una extensa plaza donde unos niños juegan a diferentes deportes.
Regresamos con una lanzadera al barco, y nos preparamos para la visita del día siguiente a la cercana isla de Lifou.
Adjunto os dejamos un video grabado en el Aquarium
Lifou 22 de marzo
Tras una corta travesía durante la noche llegamos a la isla de Lifou .Se trata de una pequeña isla descubierta en 1793 y se estableció como reserva de aborígenes al no considerarse apta para la colonización. Sus primeros colonos fueron balleneros y posteriormente llegaron los comerciantes de sándalo. Actualmente la isla tiene alrededor de 9.000 habitantes
No teníamos ninguna idea preconcebida y bajamos con nuestros amigos franceses en un tender y ya en tierra y tras una recepción en forma de danza por parte de un grupo de nativos, nos encontramos que no hay ningún medio de transporte que poder utilizar.

Tras ver las tiendas instaladas en el muelle, nos dirigimos a ver la iglesia de San Francisco Javier, que se haya en el camino del cercano pueblo de Easo, pero se hallaba cerrada. Vimos que se puede visitar una cueva con un lago en su interior, la cueva de Easo y tras una bajada bastante dificultosa y trazada hace muchos años por los habitantes en su búsqueda de agua. El lugar es bello, y hay más de una persona se tiró a nadar a la laguna. Todo el lugar está rodeado por una flora salvaje y exuberante.
Tras otra dificultosa subida desde la cueva, nos dirigimos caminando bajo un sol importante hacia el pueblo de Easo, por llamarlo de alguna manera, en busca de una farmacia. Tras más de 30 minutos andando llegamos agotados por el fuerte calor y humedad que reina en el ambiente y la farmacia se encontraba al final del pueblo pero a 3 km. y en ese momento nos informaron que estaba cerrada.
Tras otra dificultosa subida desde la cueva, nos dirigimos caminando bajo un sol importante hacia el pueblo de Easo, por llamarlo de alguna manera, en busca de una farmacia. Tras más de 30 minutos andando llegamos agotados por el fuerte calor y humedad que reina en el ambiente y la farmacia se encontraba al final del pueblo pero a 3 km. y en ese momento nos informaron que estaba cerrada.

. Yves consigue que uno de los habitantes que también estaba en el negocio de la cueva nos lleve con su coche destartalado a visitar una plantación de vainilla propiedad de su tío, donde tomamos un té a la vainilla, vemos los diferentes tipos de vainilla y nos explican la forma en la que se cultiva y recolecta y como se transforma para su venta, todo ello alrededor de una mesa en unas sillas que son troncos de árboles y rodeados de un maravilloso jardín

Entrada al jardín y vainillería

Planta de vainilla bourbon

El Sr. Félix y la Sra. Jeanine explicándonos los secretos del cultivo de la vainilla alrededor de su mesa, en su precioso jardín

Finalmente nos llevan al embarcadero y nos dirigimos a la cercana playa donde nos bañamos con gran cuidado pues cubre muy poco y la orilla está llena de coral que corta. El agua está estupenda y más tras una jornada de calor asfixiante. Poco después de las 3 de la tarde regresamos al barco para comer ya que en la isla no hay servicios para poder atendernos y damos por terminada nuestra visita al archipiélago francés de Nueva Caledonia.
Los grumete son atractivos y todas las fotos,son maravillosas es todo muy bonito el acuario es impresionante que pena no poder bañarse por los tiburones 🦈 muchos besitos desde Barcelona empezamos a tener calorcito