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Alotau – Papúa Nueva Guinea – 25 de Marzo

Alotau – Papúa Nueva Guinea

Tras abandonar el Mar de Tasmania y navegar durante dos jornadas por el Mar de Coral llegamos a la ciudad de Alotau situada en una ubicación espectacular al borde de la Bahía de Milne, donde se encuentran algunas de las comunidades insulares más remotas del mundo.
La ciudad de 16.000 habitantes forma parte del Estado Independiente de Papúa Nueva Guinea, país de Oceanía que comprende la mitad oriental de la isla de Nueva Guinea y sus islas cercanas en la Melanesia. Se haya en la región suroeste del Océano Pacifico al norte de Australia y su capital, situada en la costa sudoriental, es Port Moresby, siendo el tercer país insular más grande del mundo. La otra mitad de la isla de Nueva Guinea pertenece a Indonesia
La excursión que hemos reservado está dedicada a visitar dos poblados de esas tribus de las que nos han explicado que son muy conservadoras y que debemos llevar una vestimenta adecuada para no molestarles.
Llegamos al puerto a las 8,30. El día había amanecido muy nuboso. La ciudad que se nos presenta a simple vista desde el barco es la imagen de una ciudad muy poco desarrollada, con unas instalaciones pobres y bastantes deterioradas, en resumidas cuentas tercermundista. Cuando nos disponíamos a salir empezó a llover con gran intensidad y la lluvia nos acompaño durante casi toda la excursión que junto al calor y la humedad, nos hacía patentes que nos encontrábamos en una zona tropical.
La excursión al final se inicia a las 10, 20 y nuestro medio de transporte es un camión con bancos habilitados en los laterales de la caja, incomodos y cubierto de un toldo de plástico que no evita que nos mojemos bastante. Más adelante supimos que esos camiones y furgonetas que utilizamos para las excursiones eran la forma de transporte habitual de las personas de la zona, por lo cual ese día se quedaron sin transporte, como pudimos comprobar en algunas paradas donde se reunía bastante cantidad de personas esperando inutilmente.
Nos dirigimos por carretera hacia el este bordeando la bahía, pasando por diversos puentes encima de torrentes caudalosos y por unos cuantos vados que atravesaban otros torrentes que en esos momentos llevaban gran cantidad de agua. Incluso una furgoneta del convoy de la excursión, no pudo pasar debido a la altura del agua y tuvo que regresar.
La mayoría de puentes de esta carretera son los que construyeron los ingenieros del ejercito australiano durante la defensa de la isla en la segunda guerra mundial, algunos de ellos en un estado lamentable de conservación.
Tras más de una hora de camino bajo la lluvia llegábamos a un poblado donde nos recibieron con una bienvenida en forma de ofrenda de collares de flores, que nos fueron entregados por una serie de muchachos y muchachas algunos de ellos con uniforme escolar y que se dedicaron a acompañarnos explicándonos las cosas que veíamos. Yo por ejemplo pedí para ir al baño y un amable joven me acompañó al rio. Inma es adoptada por una de ellas que la acompaña por todo el poblado explicándole en inglés lo que veían.
Además, también nos reciben un grupo de guerreros disfrazados a la antigua usanza intentándonos asustar haciéndonos ver que nos atacaban, todo ello con la premisa que estos pueblos hace unas décadas eran pueblos caníbales y por ello juegan con esa idea y cuya foto podéis ver en la cabecera de la página
Entre las actividades que nos enseñaron estaba la demostración de como consiguen hacer un líquido con el que posteriormente producen harina, a partir de machacar el tronco de un árbol llamado sago o sagú y filtrar las virutas del mismo, y cuya harina es un alimento fundamental para ellos.
Como llueve mucho, en el interior de una cabaña una cabaña, un grupo compuesto por músicos con tambores y bailarines nos realizaron una demostración de una danza guerrera, que probablemente al aire libre hubiera sido más interesante. Tras comprar una concha de nautilos, y darle una propina a la chica que adoptó a Inma, nos fuimos del poblado
Nos dirigimos a otro poblado junto al mar, en el que nos enseñaron como cocinaba una señora mayor los alimentos esenciales del poblado. Nos muestran su artesanía y nos ofrecieron fruta para comer como: plátanos, piña y coco.
Mientras en la orilla de la playa que se encuentra en el poblado, unos niños reman en unas piraguas en forma de catamarán, demostrando sus habilidades y la facilidad con que la manejan, todo ello bajo la persistente lluvia.
Imagen y video de los muchachos en sus canoas
Tras ello y volviendo por la misma ruta regresamos al barco, contemplando la inmensa selva que nos rodea por un lado y por el otro lado, los rincones preciosos de la bahía, así como los poblados y casas sencillas que se encuentran durante todo el camino.
Tras cambiarnos de ropa que llevábamos chorreando y comer alguna cosa, aprovechando que la lluvia por fin se ha detenido, nos fuimos a pasear por Alotau hasta llegar a su mercadillo.
Durante el camino observamos una gran cantidad de sencillos puestos donde el vendedor ofrece una especie de pequeña nuez redonda y verde que se llama betel y que es la causante que gran parte de hombres y mujeres e incluso niños con los que nos cruzamos tengan la boca y los dientes rojos, ya que según parece combinando esta especie de nuez mascada junto a un polvo blanco que dicen es de coral triturado y una especie de palito de pimiento, provoca una sensación de energía en el cuerpo que permite no comer durante horas aunque los pocos atrevidos pasajeros que lo probaron acabaron con vómitos o malestar.
Finalmente nos dirigimos hasta el  monumento que conmemora la batalla marítima y terrestre de la Bahía de Milne Bay, una de las primeras batallas terrestres tras la derrota japonesa en la batalla del Mar del Coral, en la que los japonenses también fueron derrotados en su avance por el Pacífico principalmente por el ejercito aliado compuesto en su mayoría por tropas australianas. Regresamos al barco tras la escala en esta isla, isla con un gran encanto, sobre todo la de su gente pero que no está preparada para recibir turistas y más en la cantidad en la que llegamos con nuestro crucero. Las visitas nos han parecido un poco montaje ya que el poblado estaba esperándonos. Posiblemente debido a la lluvia esta fue una de las visitas más decepcionantes de nuestro tour

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