Palma de Mallorca
Antes de explicar nuestras vivencias en la capital balear os vamos a explicar algunas curiosidades de la isla y de la ciudad. El nombre de Mallorca proviene de la antigua frase latina ‘insula maior’ ya que Mallorca es la mayor de las islas de España. Ha sido habitada desde el 7000 a.c. Su ubicación geográfica ha hecho que numerosos pueblos la hayan querido invadir. La más famosa la del rey Jaume I en 1229. Su capital Palma tiene actualmente alrededor de 409.000 habitantes y es sede del gobierno y parlamento balear.
Llegamos al puerto de Palma antes de las 8, todavía con un cielo oscuro. Tras desayunar, ya con un sol radiante podemos contemplar la Bahía de Palma y su puerto presidido por el cercano castillo de Bellver.

Desembarcamos y nos dirigimos al punto desde donde salen unos autocares para llegar al centro de Palma justo enfrente de la Catedral de Santa María de estilo gótico levantino que en su interior tiene frescos del pintor Miquel Barceló. Visitamos el exterior de esta magnífica obra de arte, así como el contiguo Palacio de la Almudaina que es una fortaleza de estilo árabe convertida en residencia real y el Palacio March.

Continuamos a través de una serie de calles estrechas llenas de encanto del barrio antiguo de Palma hasta llegar al edificio del Ayuntamiento justo al lado del edificio del Consell Insular. Cerca de allí nos detenemos en el Horno de Santo Cristo para tomar un cortado y compartir una ensaimada pequeña de chocolate. Tras lo cual llegamos a la Plaza Mayor y avanzamos a través de la comercial y peatonal calle San Miguel (en 100 metros hay 5 farmacias) llegando a la Plaza España, en obras, donde empieza a la zona moderna de Palma y donde visitamos El Corte Ingles para que José María se pueda comprar una americana debido a que se olvidó de poner una en la maleta, para los días de gala en el barco.
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Transitamos por La Rambla hasta llegar al edificio modernista del Gran Hotel que ahora es una sala de exposiciones de Caixa Fórum con una exposición del pintor Anglada-Camarasa.

A continuación, volvemos a la zona marítima siguiendo la Avda. de Jaume IIII y otras calles de la Palma antigua. Llegamos a Es Baluart que son los restos de la antigua muralla. y pasamos delante de la Lonja y del Consulado del Mar, dos edificios singulares de los siglos XV y XVII.


El barco zarpa a las 6 de la tarde y nos dirigimos hacía Alicante de las que nos separan 163 millas náuticas.