Puerto Plata – Repub. Dominicana
Tras otro día de navegación durante el cual uno de nuestros compañeros de viaje, Joan, de Mallorca, sufrió un infarto y tuvo que ser evacuado en una lancha de la guardia marina americana a un hospital de Puerto Rico, hacía donde el barco se aproximó para poder realizar la evacuación.Las noticias que hemos recibido posteriormente han sido muy esperanzadoras y parece que poco a poco nuestro compañero se va recuperando, acompañado de su familia.

Llegamos a Puerto Plata, San Felipe de Puerto Plata, que se halla en la costa atlántica de la Republica Dominicana, país que tiene la mayor economía del Caribe siendo a su vez el país más visitado del Caribe, con más de 6,1 millones de visitantes cada año, captando más del 21% del mercado turístico del Caribe.
Cristóbal Colón fue el descubridor de la isla en 1492 y la llamó La Española. Los españoles se establecieron en la isla hasta que el 1 de diciembre de 1821 José Núñez de Cáceres, militar, político, escritor, periodista y catedrático, declaró la independencia del Reino de España, que ocupaba la Capitanía General de Santo Domingo, y proclamó el Estado Independiente del Haití Español (Rep. Dominicana actual), pero durante 22 años toda la isla estuvo bajo el dominio de Haití que la ocupó por entero. Finalmente, tras la guerra de la independencia dominicana que fue el proceso histórico que llevó a la proclamación de la República Dominicana y su separación de Haití el 27 de febrero de 1844. En la actualidad la Republica Dominicana tiene 13 millones de habitantes de los cuales 2 millones son emigrantes o refugiados haitianos.
La ciudad tiene un antiguo centro con arquitectura colonial que está dominado por la fortaleza de San Felipe del siglo XVI, que domina el puerto y la bahía de Taíno, donde se halla. Tiene unos 147.000 habitantes, siendo la ciudad más importante de la zona norte de la isla.
Su nombre vino dado por Colón que, en su primer viaje, dio el nombre de Monte de Plata a la hoy llamada Montaña Isabel de Torres, debido a que en la vegetación de todo el litoral norte y costero hay un árbol de nombre grayumbo y al ser esta una zona húmeda, esta especie de planta como reacción a la humedad hace más intenso su follaje verde, mostrando un bello color plata intenso. Mientras el sol al reflejarse en la montaña la hacía brillar resaltando el color plateado.
Nuevamente salimos con una excursión incluida en el precio y organizada por el barco. Por primera vez tuvimos la sorpresa de que los autocares de los españoles eran los primeros y teníamos que estar a las 8,15 de la mañana en el punto de encuentro. Salimos a la hora, pero fuimos advertidos con anterioridad que para llegar a los autocares debíamos andar unos 400 metros hasta el parking donde se hallaban. Subimos al autocar y el que iba a ser nuestro guía, Junior, se presentó. Nos informó que la primera visita sería a la destilería de ron Macorix, una de las dos principales de la ciudad junto a Brugal. En ella se nos explicó la historia de la destilería y de su nacimiento en el pasado, así de cómo era el proceso de elaboración mediante un video. Tras estas explicaciones se nos ofrece una degustación de 3 rones diferentes. Un añejo de 4 años, un especial de 8 y una mezcla de ron con coco, o sea que empezábamos fuerte la mañana.
Cristóbal Colón fue el descubridor de la isla en 1492 y la llamó La Española. Los españoles se establecieron en la isla hasta que el 1 de diciembre de 1821 José Núñez de Cáceres, militar, político, escritor, periodista y catedrático, declaró la independencia del Reino de España, que ocupaba la Capitanía General de Santo Domingo, y proclamó el Estado Independiente del Haití Español (Rep. Dominicana actual), pero durante 22 años toda la isla estuvo bajo el dominio de Haití que la ocupó por entero. Finalmente, tras la guerra de la independencia dominicana que fue el proceso histórico que llevó a la proclamación de la República Dominicana y su separación de Haití el 27 de febrero de 1844. En la actualidad la Republica Dominicana tiene 13 millones de habitantes de los cuales 2 millones son emigrantes o refugiados haitianos.
La ciudad tiene un antiguo centro con arquitectura colonial que está dominado por la fortaleza de San Felipe del siglo XVI, que domina el puerto y la bahía de Taíno, donde se halla. Tiene unos 147.000 habitantes, siendo la ciudad más importante de la zona norte de la isla.
Su nombre vino dado por Colón que, en su primer viaje, dio el nombre de Monte de Plata a la hoy llamada Montaña Isabel de Torres, debido a que en la vegetación de todo el litoral norte y costero hay un árbol de nombre grayumbo y al ser esta una zona húmeda, esta especie de planta como reacción a la humedad hace más intenso su follaje verde, mostrando un bello color plata intenso. Mientras el sol al reflejarse en la montaña la hacía brillar resaltando el color plateado.
Nuevamente salimos con una excursión incluida en el precio y organizada por el barco. Por primera vez tuvimos la sorpresa de que los autocares de los españoles eran los primeros y teníamos que estar a las 8,15 de la mañana en el punto de encuentro. Salimos a la hora, pero fuimos advertidos con anterioridad que para llegar a los autocares debíamos andar unos 400 metros hasta el parking donde se hallaban. Subimos al autocar y el que iba a ser nuestro guía, Junior, se presentó. Nos informó que la primera visita sería a la destilería de ron Macorix, una de las dos principales de la ciudad junto a Brugal. En ella se nos explicó la historia de la destilería y de su nacimiento en el pasado, así de cómo era el proceso de elaboración mediante un video. Tras estas explicaciones se nos ofrece una degustación de 3 rones diferentes. Un añejo de 4 años, un especial de 8 y una mezcla de ron con coco, o sea que empezábamos fuerte la mañana.

Tras esta visita nos dirigimos a la siguiente que era el Museo del Ámbar. En ella nos enseñaron diferentes muestras de ámbar todas ellas con distintas especies en su interior, tanto insectos como de hojas. Nos indicaron que Republica Dominicana era uno de los mayores productores mundiales de ámbar. También nos hablaron de una nueva piedra o gema que se descubrió recientemente denominada larimar. Se trata de una variedad de pectolite que destaca por su color azul mar y que solo se encuentra en la República Dominicana. Esta piedra es un símbolo de herencia cultural de la nación y fue declarada piedra nacional en 2011. En cambio, el ámbar es una resina fosilizada de 40 millones de años.

Tras esta interesante visita, nos dirigimos hacía el denominado Malecón, un paseo marítimo junto al mar de casi 3 Km. para llegar a un promontorio en la costa donde se encontraba la Fortaleza de San Felipe, que solo pudimos observar desde el autocar. La bahía de Puerto Plata es profunda y bien protegida. Estas condiciones fueron estratégicas para la construcción de la fortaleza que también era conocida como «El Morro de San Felipe». Su construcción fue encargada por el rey Felipe II de España, y fue completada en 1577.

Junto a ella se halla un faro metálico y un auditorio con capacidad para 4000 espectadores.

El autobús se dirigió a su próximo destino en la plaza de la Independencia, plaza con un kiosco central y rodeada de edificaciones de estilo colonial como la del ayuntamiento.


En la plaza había un grupo folclórico que interpretaba un merengue y unas señoritas que pedían voluntarios para bailar con ellas.

En un extremo de ella se halla la catedral de San Felipe, un edificio bastante moderno ya que los anteriores sucumbieron o bien bajo las llamas o por culpa de un terremoto.

Desde la plaza iniciamos un paseo a pie para dirigirnos a las dos calles más conocidas de la ciudad. La calle de los Paraguas, de corta extensión que esta toda cubierta con paraguas abiertos y en cuyo interior encontramos coches de la década de los 50 y 60 parecidos a los de La Habana. Se trata de una calle muy comercial con bares y tiendas.

A los pocos metros nos encontramos con el Pasaje de Doña Blanca. Es un pequeño callejón pintado totalmente de rosa. El callejón es un homenaje a la fundadora del primer hotel de la ciudad, el hotel Europa. Doña Blanca murió de cáncer de pecho y sus herederos la homenajearon por este motivo con el callejón rosa.


Una vez de nuevo en el autobús nos dirigimos hacía nuestro último destino que se hallaba a unos 35 minutos de la ciudad. Se trataba del Rancho La Catalina, que está ubicado en la zona posterior de la montaña que preside Puerto Plata y que se llama Isabel de Torres. El guía nos explicó la historia de esta montaña de 793 metros a cuya cumbre se puede acceder por el único teleférico del Caribe. Nos explicó también que se construyó para albergar en su cumbre un fuerte para defender la ciudad, pero al estar muchas veces en medio de la niebla, se cambió su cometido y se dedicó a crear unas instalaciones turísticas y se puso un Cristo al estilo del de Rio, pero mucho más pequeño.
Fuimos sorprendidos por el buen aspecto del restaurante donde nos llevaron, con unas instalaciones muy correctas. El guía nos indicó que lo frecuentaban la gente pudiente de la ciudad y que incluso tenía un helipuerto. Fuimos instalados en unas mesas donde se nos sirvió un plato de fruta y un bol con una especie de potaje típico del país denominado sancocho. Es un guiso está elaborado con carnes, verduras y tubérculos y es uno de los platos más populares de la gastronomía dominicana, todo ello acompañado de agua y ‘cuba libre’. Realmente lo encontramos delicioso.
El comedor abierto a una terraza con vistas a la costa y a la montaña Isabel de Torres era muy acogedor y un grupo de música dominicana nos amenizó la comida interpretando bachatas y merengues.
Fuimos sorprendidos por el buen aspecto del restaurante donde nos llevaron, con unas instalaciones muy correctas. El guía nos indicó que lo frecuentaban la gente pudiente de la ciudad y que incluso tenía un helipuerto. Fuimos instalados en unas mesas donde se nos sirvió un plato de fruta y un bol con una especie de potaje típico del país denominado sancocho. Es un guiso está elaborado con carnes, verduras y tubérculos y es uno de los platos más populares de la gastronomía dominicana, todo ello acompañado de agua y ‘cuba libre’. Realmente lo encontramos delicioso.
El comedor abierto a una terraza con vistas a la costa y a la montaña Isabel de Torres era muy acogedor y un grupo de música dominicana nos amenizó la comida interpretando bachatas y merengues.


Tras unos 45 minutos regresamos al autocar para dirigirnos hacía el puerto a través nuevamente del Malecón.
El autocar nos dejó en la entrada de una zona llamada Taino Bay, una zona moderna con numerosas tiendas de souvenirs, joyas, etc. Además de bares y restaurantes y todo ello junto a zonas con piscinas con bares en el interior de ellas, instalaciones de vóley playa, simuladores de surf y zonas para tomar baños de sol en hamacas-cama. Toda una sorpresa, ya que al salir por la mañana del muelle no habíamos pasado por este lugar.
El autocar nos dejó en la entrada de una zona llamada Taino Bay, una zona moderna con numerosas tiendas de souvenirs, joyas, etc. Además de bares y restaurantes y todo ello junto a zonas con piscinas con bares en el interior de ellas, instalaciones de vóley playa, simuladores de surf y zonas para tomar baños de sol en hamacas-cama. Toda una sorpresa, ya que al salir por la mañana del muelle no habíamos pasado por este lugar.

Subimos a asearnos y bajamos nuevamente para curiosear en las diferentes tiendas y hacerles fotos a unos preciosos guacamayos con un precioso plumaje de diferentes colores, en los que no nos habíamos fijado antes.


Salimos del puerto para dirigirnos a la base de la fortaleza y pasamos junto al letrero de Puerto Plata desde donde se veía una vista de la costa cercana.
Regresamos a la zona de Taino Bay y compramos diferentes productos, tras ello y casi a la hora de zarpar, regresamos al barco.
Tras despedirnos desde la popa de Puerto Plata iniciamos la travesía hacía nuestro próximo destino, Ocean Kay en las islas Bahamas que se halla a 656 millas marinas.