1er día en Bali
Tras una corta travesía durante la noche a través del Estrecho de Lombok, llegamos al puerto de Benoa en Balí, que se haya a unos relativos 15 minutos de la capital y ciudad más grande de Bali, Denpasar. Bali es una isla está situada en medio de las aguas coralinas más ricas del mundo, siendo considerada la Amazonia de los mares, por su gran biodiversidad marina.Tiene su propia lengua, aunque el inglés se habla mucho en las zonas turísticas. La inmensa mayoría de sus 4.415.000 habitantes sigue una versión especial del hinduismo, distinta a la que se practica en la India y durante toda nuestra visita pudimos presenciar multitud de ceremonias y ofrendas por todas partes, ya que nuestra llegada coincidió con un momento especial para sus habitantes como era la luna llena.
La isla alberga más de 20.000 templos, lo que le ha valido el sobrenombre de ‘la isla de los 20.000 templos’. En cuanto al clima, Bali tiene solo 2 estaciones: la seca de abril a octubre y la húmeda de octubre a abril. Nosotros tuvimos suerte y aunque en algunos momentos nos amenazó la lluvia, tuvimos un buen tiempo eso si muy caluroso y con muchísima humedad, se notaba que estábamos en una zona tropical.
Bali es conocida por ser un famoso centro turístico, con numerosas playas, hermosos bosques tropicales, montañas volcánicas y los famosos paisajes de las terrazas de arroz.


El barco atracó en el puerto de Benoa a las 8 de la mañana, como la excursión que teníamos reservada empezaba a las 13,45 decidimos bajar y tras pasar un control con un código de barras que nos tuvimos que descargar antes desde una aplicación, nos dispusimos a buscar un taxi que nos llevara a la cercana población turística de Kuta con una de las playas más renombradas de la isla y su principal destino turístico. Otra pareja de Valencia, estaban intentando hacer lo mismo y decidimos compartir los gastos del taxi, y así es como conocimos a Vicens y Lidia

Al llegar a Kuta, el taxi nos dejó en la misma playa que se encuentra repleta de puestos de alquiler de tumbonas y parasoles y de gente vendiéndote de todo, pero que tampoco nos pareció una cosa excepcional para la fama que tiene.
En el paseo enfrente de la playa hay un gran centro comercial muy moderno y occidentalizado, incluso con una tienda de Zara y otras conocidas marcas donde realizamos alguna compra. Y a la espera de la vuelta del taxi nos tomamos 2 capuchinos en la terraza de una cafetería.
Una vez de vuelta al taxi el chofer nos llevó al cercano barrio comercial de Legian, dándose la casualidad que nos apeamos para pasear por él justo enfrente del Memorial del Club Sari, lugar donde en el 2002 la rama indonesia de Al Qaeda puso dos bombas en dicho club, asesinando a 202 personas, muchas de ellas australianas
Una vez de vuelta al taxi el chofer nos llevó al cercano barrio comercial de Legian, dándose la casualidad que nos apeamos para pasear por él justo enfrente del Memorial del Club Sari, lugar donde en el 2002 la rama indonesia de Al Qaeda puso dos bombas en dicho club, asesinando a 202 personas, muchas de ellas australianas

El barrio nos pareció bastante degradado, con tiendas de poco nivel y que vendían sobre todo falsificaciones.
La única sorpresa fue que, siguiendo una estrecha calle con un jardín al fondo, llegamos a la recepción de un complejo de apartamentos turísticos con unas edificaciones lujosas y una zona de jardines y piscinas paradisiacos, lo cual nos dio a entender que es posible que los complejos de lujo que existen en la zona estén bastante escondidos.
Tras este paseo, regresamos al taxi y volvimos al barco donde comimos antes de iniciar la excursión del día

A las 14 horas salimos con un bus del crucero para dirigirnos primero a un taller de Batik , una técnica tradicional de confección de telas estampadas, donde nos realizan una demostración y a algunas de las personas que llevaban camisetas blancas, les estamparon bonitos dibujos de flores en ellas


Tras esta visita nos dirigimos hacia la ciudad de Mengwi en el centro de la isla, todo ello rodeados de un tráfico infernal con miles de motocicletas y vespas que circulan en un gran caos y unas importantes caravanas.
Durante todo el camino pudimos contemplar también como en todas las casas hay un templo de mayor o menor tamaño dependiendo de la capacidad económica del propietario y de la casta a que pertenece, ya que en la isla el 85 por ciento de la población es hinduista, existiendo cuatro castas.
Observamos que se están iniciando en muchas de ellas celebraciones ya que la luna llena es un momento especial de celebración para esta religión, lo que produce aún más caos en el Trafico.
En los alrededores de Mengwi se halla el templo real de Pura Taman Ayun, un magnífico templo con 3 niveles, con foso y fuentes, puertas talladas y en el último nivel diferentes templos de forma piramidal con 2.3 5, 7 y 11 niveles. Realmente el lugar es precioso
Durante todo el camino pudimos contemplar también como en todas las casas hay un templo de mayor o menor tamaño dependiendo de la capacidad económica del propietario y de la casta a que pertenece, ya que en la isla el 85 por ciento de la población es hinduista, existiendo cuatro castas.
Observamos que se están iniciando en muchas de ellas celebraciones ya que la luna llena es un momento especial de celebración para esta religión, lo que produce aún más caos en el Trafico.
En los alrededores de Mengwi se halla el templo real de Pura Taman Ayun, un magnífico templo con 3 niveles, con foso y fuentes, puertas talladas y en el último nivel diferentes templos de forma piramidal con 2.3 5, 7 y 11 niveles. Realmente el lugar es precioso


En el podemos comprobar como la mujer del sacerdote a cargo del templo está realizando unas ofrendas


Tras esta visita iniciamos el trayecto hacía en principio la visita más especial del día, el templo de Tanah Lot, también conocido como Templo del Atardecer y casi no logramos llegar antes de que se haga de noche puesto que el transito estaba imposible y en algunos sitios la ruta estaba cortada por las celebraciones religiosas, teniendo que coger desvíos.
Finalmente pudimos llegar al recinto del templo que de entrada parece un poblado o bazar lleno de tiendas, bares y restaurantes. Al alcanzar la playa y frente a nosotros encontramos lo que dicen que es la imagen más fotografiada de Bali, el templo de Tanah Lot, que no se puede visitar por dentro. Para nosotros perdió parte de su encanto cuando comprobamos que en este lugar se hallaban cientos de personas peleándose por un lugar donde poder hacer la mejor foto y no apreciar el encanto del sitio y el momento.



Anocheció y nos fuimos de regreso al barco lo que nos llevó más de 1 hora y 45’ recorrer 40 kilómetros, debido al intenso trafico que parece que nunca disminuya en esta isla.
Llegamos al barco cerca de las 20,30 y tras una ligera cena e ir al teatro a ver una representación de folclore balinés que nos dejó más bien fríos, al no entender que es lo que significaban los diferentes cuadros, nos fuimos a dormir ya que al día siguiente teníamos contratado un taxi particular que nos vendría a recoger a las 7 de la mañana para visitar más lugares de la isla junto a nuestros amigos franceses,
Llegamos al barco cerca de las 20,30 y tras una ligera cena e ir al teatro a ver una representación de folclore balinés que nos dejó más bien fríos, al no entender que es lo que significaban los diferentes cuadros, nos fuimos a dormir ya que al día siguiente teníamos contratado un taxi particular que nos vendría a recoger a las 7 de la mañana para visitar más lugares de la isla junto a nuestros amigos franceses,
2º dia en Bali
Este segundo día en Bali nos levantamos a las 6 de la mañana, para poder estar a las 7 en la terminal de cruceros y así encontrarnos con el taxi cuyo conductor se llama Yogi y nos iba llevar durante todo el día a visitar los lugares de la isla que le íbamos indicando junto a nuestros amigos franceses Jacqueline e Yves.Lo primero que nos sorprende son unas serie de rotondas en cuya isleta central hay inmensas estatuas que suponemos pertenecen a deidades hindús. Nuestro primer destino fue un taller de fabricación de joyas de oro y plata donde nos enseñan el proceso de confección de estas joyas, especialmente como se trata y moldea la plata. El taller se hallaba en la localidad de Celuk, en el interior de la isla y lugar en el que se encuentran numerosos talleres de este tipo


Desde allí nos dirigimos hacia una plantación de café próxima, donde producen un café muy especial pues se hace a partir de los granos de café que hay en los excrementos de un animal denominado luak parecido a un hurón, que es nocturno y come solo los granos de café maduros o sea de color rojo. Al día siguiente mientras estos animales están durmiendo, los trabajadores buscan sus excrementos y tras limpiarlos, dejan secar los granos, los descascarillan y los tuestan creando uno de los cafés más caros del mundo.
Tras ver a los animales durmiendo, nos sentamos en un jardín frente a un precioso campo de arroz y además de degustar el café mencionado también nos traen 5 tipos de café diferentes y 10 tipos de té, algunos de ellos muy buenos y finalmente compramos varios.
Tras ver a los animales durmiendo, nos sentamos en un jardín frente a un precioso campo de arroz y además de degustar el café mencionado también nos traen 5 tipos de café diferentes y 10 tipos de té, algunos de ellos muy buenos y finalmente compramos varios.

Aquí una imagen del grupo en la entrada de la plantación



Granos de café arábica y robusta, un ejemplar de luak y el famoso café y la degustación de café y te.
A continuación vamos hacia Ubud y tras pasar por la ciudad y contemplar el palacio real desde su exterior nos dirigimos hacia el Bosque de los Monos, donde tras pagar la entrada visitamos un precioso espacio verde siempre acompañados por la visión muy cercana de los monos, incluso había gente que los cogía en brazos bajo la supervisión de los cuidadores.
Nos encontramos con monos de diferentes tamaños y entre ellos algunos bebes en brazos de sus madres. Nos divierte ver a algunos comiendo incluso un helado, otros intentando quitarse la comida, otros espulgándose ellos mismos y otros haciéndoselo a un compañero
Nos encontramos con monos de diferentes tamaños y entre ellos algunos bebes en brazos de sus madres. Nos divierte ver a algunos comiendo incluso un helado, otros intentando quitarse la comida, otros espulgándose ellos mismos y otros haciéndoselo a un compañero




Pasamos un buen rato en compañía de estos animales que en ningún momento se encontraban amenazados y que circulan entre nosotros sin ningún miedo y todo ello rodeados por una exuberante vegetación selvática que nos hace tener realmente la sensación de encontrarnos en medio de la jungla .


Seguimos nuestro camino hacia Tregalalang, donde íbamos con la ilusión de ver el paisaje de las terrazas de arroz, y con lo que realmente nos encontramos fue con un parque temático con columpios gigantes y gente haciendo el papel de trabajadores del arroz. Te cobran la entrada por asomarte a una terraza y hacer fotos y si quieres puedes bajar por unas escaleras complicadas y se puede caminar entre los arrozales, junto a todo ello bares, restaurantes con incluso piscinas.
Nos indicaron a posteriori que más hacia el interior de la isla si se pueden encontrar terrazas de arroz no dedicadas al turismo.
Tras esta decepción regresamos hacía Ubud y paramos a comer en un restaurante dedicado a la carne de cerdo. Comemos un plato con los diferentes tipos de cerdo que preparan junto a arroz y una ensalada de verduras que realmente no pican mucho a excepción de una especie de morcilla que si lo hace y bastante.
Nos indicaron a posteriori que más hacia el interior de la isla si se pueden encontrar terrazas de arroz no dedicadas al turismo.
Tras esta decepción regresamos hacía Ubud y paramos a comer en un restaurante dedicado a la carne de cerdo. Comemos un plato con los diferentes tipos de cerdo que preparan junto a arroz y una ensalada de verduras que realmente no pican mucho a excepción de una especie de morcilla que si lo hace y bastante.

Terrazas de arroz con un rincon para una foto romantica

Tras la comida el chofer nos lleva a un taller que trabajan la madera para fabricar estatuas y máscaras. Hay estatuas de Buda y de los diversos dioses hinduistas y otras de animales y personas desnudas, algunas de ellas de bastante mal gusto.
La siguiente parada son las cataratas de Tenenungan, donde volvimos a encontrar un poblado a su alrededor con decenas de comercios restaurantes, puestos de comidas y por supuesto cientos de turistas. Hacemos un par de fotos y ante tamaña avalancha de gente decidimos marcharnos.
La siguiente parada son las cataratas de Tenenungan, donde volvimos a encontrar un poblado a su alrededor con decenas de comercios restaurantes, puestos de comidas y por supuesto cientos de turistas. Hacemos un par de fotos y ante tamaña avalancha de gente decidimos marcharnos.



Para compensar nuestra decepción el guía nos ofreció ir a visitar otro templo que se hallaba en nuestro camino de regreso , en este caso el templo de Pura Puseh Batuan.
El templo presenta un gran complejo de santuarios dispuestos en su interior. Los motivos de las bases de arenisca s y la arquitectura del templo tradicional balinés estaban muy bien conservadas siendo su principal atractivo. Como casi todos los templos en Bali, el Templo Batuan se caracteriza por las tres áreas que incluyen un área exterior, un área central y el área principal del templo. La puerta de entrada al templo aparece como una puerta dividida como si se hubiera formado una vez como una puerta única que se acabó dividiendo en dos partes. Esta puerta conduce a un patio que tiene un jardín y una gran cantidad de estatuas en varios lugares.
El santuario es donde los dioses son entronizados durante el tiempo del festival a través de una invitación especial para «bajar a este mundo». Los dioses invitados durante las fiestas son venerados con profunda devoción y ofrendas.
Hemos comprobado durante todo el día que era un día especial ya que había luna llena, la gente va vestida de blanco y muchos se dirigen hacia una isla cercana donde en sus aguas serán purificados.
En todas las casas pudimos ver las ofrendas y anduvieras por donde anduvieras veías en el suelo pequeñas cajitas con flores e incluso alguna galleta que son las ofrendas que se ofrecen. En las entradas de diferentes templos donde se celebraba una fiesta vimos llegar a grupos de mujeres con grandes bandejas de frutas y flores como ofrenda.
En todas las casas pudimos ver las ofrendas y anduvieras por donde anduvieras veías en el suelo pequeñas cajitas con flores e incluso alguna galleta que son las ofrendas que se ofrecen. En las entradas de diferentes templos donde se celebraba una fiesta vimos llegar a grupos de mujeres con grandes bandejas de frutas y flores como ofrenda.

La familia al completo en un scooter. Podreis comprobar como el niño de delante va mirando un movil, igual es el encargado del GPS.
Tras salir del templo y con el miedo en el cuerpo debido al denso tráfico que había en toda la isla, con apuro de llegar tarde al barco, regresamos al puerto, no sin antes volver a ver nuevas imágenes inverosímiles de cientos de motos en un total caos circulatorio, con incluso 4 personas en un scooter. Nos llevó más de una hora el recorrer 35 km, pero felizmente nos sobró tiempo para llegar al barco.

Tras una reconfortante ducha subimos a la popa del barco para despedirnos de Bali, un destino que suponemos debido a su precedente fama de ser un destino fantástico de vacaciones, nos ha defraudado un poco y no sería uno de los destinos a repetir. Indudablemente tiene su encanto, pero creemos que está demasiado masificado y dirigido al turismo, aunque lo cierto que nuestra visita ha sido muy corta y es muy posible que entrando más en lo que realmente representa la isla nos pudiera llegar a convencer. Ahora ya partimos y vamos hacía otro de los destinos más interesantes del viaje la isla de Singapur.