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Papeete – Tahiti 27 y 28 de febrero

Corta escala en las isla Pitcairn 24 de febrero

Teníamos 5 días de singladura entre Hanga Roa y Papeete en Tahití, por eso agradecimos una pequeña escala enfrente de la más grande de las 4 islas Pitcairn. Tratándose de la única isla habitada del territorio británico de ultramar en el Océano Pacifico . La isla tiene un clima subtropical. Bounty Bay, la bahía donde fondeó el crucero debe su nombre al Bounty, un buque de la armada británica, cuyo motín ha sido inmortalizado en el cine. Los amotinados navegaron hasta esta isla destruyendo el barco. Los habitantes actuales son un grupo étnico birracial descendiente en su mayoría de los nueve amotinados del Bounty y sus consortes tahitianas.
La isla tiene una extensión de 47 Km cuadrados y tiene 47 habitantes y gran parte de ellos subieron a bordo, incluida su jefe de policía, para vender sus productos y conseguir de esta forma la mayor aportación a su economía de todo el año. Vendían camisetas, miel, artesanía de la madera y souvenirs de la isla y fue una verdadera locura en el barco con largas colas y alguna que otra bronca por colarse, lo que denotó el gran ansia de consumo que tenemos los turistas. Estuvieron a bordo un poco más de dos horas en las que el capitán navegó dando la vuelta a la isla y una vez llegados al punto de partida y desembarcados los isleños continuamos nuestra travesia.

Primer día en Papeete (Tahití) 27 de febrero

Tras 3 días desde la pequeña escala en Pitcairn llegamos a Papeete la capital de la Polinesia francesa en la isla Tahití. La Polinesia francesa esta compuesta por diferentes islas, siendo las más conocidas la propia Tahití así como Moorea y Bora Bora. Forman parte del estado francés como entidad autónoma. Y el idioma oficial es el francés y el tahitiano, éste con un alfabeto con solo 13 letras, las cinco vocales y 8 consonantes (f, h, m, n, p, r, t y v). La capital Papeete es una ciudad con una población de 27.000 habitantes pero con un área metropolitana que llega a los 136.000. Es una ciudad con mucho trafico y comercios. Cuenta también con todos los servicios administrativos y hospitalarias establecidos en ella. Nos comentaron que empezaba a haber un problema de sobrepoblación en esta zona. Pero a pesar de ello os puedo asegurar que la isla es un verdadero paraíso, con un clima cambiante, ya que durante el tiempo que estuvimos en la isla, disfrutamos de ratos de sol, nublado, y lluvia fina. En este primer día teníamos una excursión organizada por la costa oeste de la isla. Empezamos la excursión a primera hora ya que el barco atraca en el centro de la ciudad y cerca del bus que nos va a llevar.
Nos dirigimos hacia el sur por la costa oeste por una carretera muy buena y con numerosos centros comerciales como Carrefour, etc. Pasamos por la población de Punaauia, con zona residencial de casas de alto standing. Nuestra primera parada es en Arahurahu Marae, es un jardín con un templo compuesto por piedras volcánicas donde los antiguos nativos colocaban las calaveras de las personas que eran sacrificadas en otro lugar. El templo esta formado por unas piedras redondas que son las que utilizaban los nativos cuando salían con las barcas hacía otras islas para marcar el ritmo de paleo al estilo de un tambor y que a la vuelta llevaban a este templo que denominaban la barca inmóvil.
El guía nos muestra diferentes frutos, flores y plantas todas ellas con unas aplicaciones medicinales diferentes y entre ellas una que llaman noni con un sabor y olor horrible y nos explica cuales eran los principales usos que le daban los tahitianos: una a la hora de parir las mujeres, y en pequeñas cantidades para sedarlas como si se tratase de una epidural, otra era a la hora de sacrificar a una persona, lo golpeaban en la cabeza y para evitar un derramamiento de sangre, este fruto tomado en una cantidad importante hacia que el corazón casi se detuvieses e impedía que al golpearle saliesen grandes cantidades de sangre, ya que su cultura consideraba tabú a la sangre y la evitan y es por esto que los sacrificios no se realizaban en los templos y zonas sagradas. Nos explica el guía que no solo se sacrificaban a los enemigos sino también a los mas fuertes e inteligentes de la tribu para que de esa forma su espíritu ayudase a todo el grupo.
Seguimos nuestro periplo hacía el sur hasta llegar a la cueva de Maraa, que se encuentra en medio de otro jardín. Esta cueva es famosa porque tiene un lago en su interior y se dice que Gauguin venia cada día a este lago para remediar el dolor de una infección en una pierna provocada por la sífilis.
Seguimos recorriendo el oeste de la isla hasta llegar a los jardines de Vihiria, un verdadero jardín del Edén donde volvemos a ver numerosos tipos de plantas y flores entre ellas los lotos. Vemos también una cascada y un torrente en el que podemos observar numerosas anguilas. A continuación os mostramos una serie de fotos de distintas flores y plantas que nos llamaron la atención ya que podíamos decir que esta visita a esta maravillosa isla la hemos dedicado principalmente más a ver su naturaleza y plantas que a sus playas, ya que la isla esta rodeada por una barrera de coral dando lugar a unas preciosas playas.
Este árbol con las raíces al aire, nos indica el guía que posiblemente sería el árbol en el que se basó James Cameron para crear el árbol de la vida en la película Avatar. Tras la visita al jardín regresamos a la capital y el guía nos da indicaciones para visitar la ciudad.
Entre las curiosidades que nos explica además esta el hecho que hemos podido observar que por todas partes vemos gallinas, gallos y pollitos en completa libertad y esto se debe a que son animales protegidos ya que en la isla no hay ni un solo serpientes, arañas y otros animales peligrosos y que los únicos que hay son un tipo de ciempiés venenosos que están muy controlados ya que se los comen las gallinas.
La tarde la dedicamos a visitar la ciudad visitando el mercado, aunque a esa hora hay poca actividad, pero si un gran colorido. Visitamos diferentes comercios sobre todo de ropa, llegamos a la catedral de Notre Dame, sin nada importante a resaltar . Desde allí nos dirigimos a los edificios de la Asamblea Regional, donde en su exterior hay instalado un mercado de artesanía.
Comprobamos que es una ciudad con mucho tráfico. Llegamos a la Avenida Bruat que es el boulevard donde se encuentran todos los edificios oficiales de la capital, como el palacio presidencial, la mansión del presidente, el edificio de la administración francesa y también el Palacio de Justicia enfrente del cual hay una manifestación a favor de la independencia.
A continuación, nos dirigimos hacia el museo de la perla de Robert Wan donde se puede ver la perla negra cultivada de Tahití más grande que existe. Tras ello finalizamos nuestra jornada bastante cansados y a la espera de ver nuevas maravillas al día siguiente, aunque al final decidimos bajar a cenar con nuestros compañeros a unos food trucks que se instalan en una plaza enfrente del barco. Comimos comida típica tahitiana.
Al regresar al barco tuvimos una demostración del folclore tahitiano muy interesante,
Imagenes del Ayuntamiento de Papeete y el monumento a los primeros nativos con uno de los catamaranes que utlizaban
 

Segundo dia en Papeete (Tahití))

Para el segundo día habíamos contratado una excursión por la costa este de la isla, externa al barco y la referencia para reunirnos con ellos es que se trataba de la única Van Mercedes roja de la isla y que estaría en el puerto, y efectivamente ahí estaba a las 8,30. La excursión era en inglés y eso le daba un poco mas de salsa al tema, y más aun cuando vimos que los compañeros de excursión eran tres norteamericanos de New Jersey. Nuestro guía era Dominique que también hablaba francés y por ahí Inma y yo nos pudimos auxiliar un poco cuando nuestro limitado inglés nos fallaba. La primera parada es para visitar un cementerio chino muy especial ya que en el se encuentra el mausoleo de la última persona que fue guillotinada en la isla y que se trataba de uno de los jefes de los clanes chinos de la isla. La población china es abundante ya que emigraron en grandes cantidades para trabajar en los campos de algodón, y cuando se dejo de producir el algodón muchos no regresaron a su país y se instalaron en la isla. Junto al cementerio hay un taller de confección de telas, vestidos y pareos tahitianos. Vemos el proceso de tintado y nos explican el proceso de impresión de las telas con diferentes moldes de colores y del secado en un horno. Finalmente hicimos alguna compra.
A continuación nos dirigimos a Pointe Venus, donde se encuentra el primer faro construido y su constructor fue Robert Louis Stevenson, el autor de La isla del tesoro. El faro tiene ocho pisos y 32 metros de altura y fue construido en el lugar donde el explorador James Cook instaló un observatorio para realizar el estudio del planeta Venus y que fue el motivo de su viaje a esta parte del mundo, de ahí su nombre. Durante la segunda guerra mundial los tahitianos cubrieron el faro para poder pasar desapercibidos. Es un punto muy interesante por su historia. , Tiene una playa de arena negra y un área recreativa formando parte de la bahía de Matavai.
Nos dirigimos hacia el sur y tras detenernos a contemplar una bahía con una playa idílica, seguimos hasta una pequeña población de viviendas pobres que había sido un antiguo lazareto. Es un lugar donde hay varios artesanos que fabrican los TIKIS o ídolos de las representaciones de sus dioses y que fueron los antecesores de los futuros moais de la isla de Pascua. Realizan estas esculturas en gruesos troncos de árboles. Por el poblado pasa un torrente y el guía al cruzar un puente sobre él nos muestra, lanzando un poco del contendido de una lata de sardinas, las enormes anguilas que había, y que a simple vista no habíamos podido ver ya que se encuentran escondidas entre las piedras.
Nos dirigimos hacía la zona de Las 3 Cascadas y visitamos sus jardines, así como una de las cascadas, la más cercana.
Es una cascada de una altura considerable rodeada de vegetación donde el guía nos explica más sobre diferentes plantas y arboles como el árbol de la comunicación, un árbol con un tronco que tiene una forma que al golpearlo emite un sonido semejante a un tambor que servía a los antiguos tahitianos para comunicarse entre ellos y avisarse de cualquier peligro ya que las raíces de este árbol se extienden mucho y transmiten el sonido.
Desde allí nos dirigimos hacia el Blow Hole o agujero soplador. Un lugar en el acantilado de la costa donde en un agujero entre las rocas, sale con gran fuerza y fuerte ruido agua vaporizada como si fuese un geiser, aunque como el mar estaba bastante calmado nosotros lo pudimos notar poco. El lugar es atractivo por sus vistas a una bahía preciosa. Antes de regresar al barco el guía nos lleva a la colina que Cook bautizo como One Tree Hill o colina de un solo árbol desde donde tenemos una visión de la ciudad de Papeete y de la costa que le rodea, aunque se vio dificultada por la lluvia que de repente nos sorprendió y cuya vista es la foto de la portada.
Aquí os mostramos unas cuantas fotos de diferentes flores y plantas que crecen en este Jardín del Edén que es Tahití.
Y de esta forma nos despedimos de la Polinesia francesa, no sin lamentar no haber podido acercarnos a la cercana isla de Moorea, que según nos contaron compañeros de viaje que si la visitaron es una verdadera maravilla de isla, pero mucho más dirigida al turismo de playa con increíbles resorts para practicar snorkel y otras actividades náuticas. Prometemos que la próxima vez que vengamos la visitaremos sin duda.

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