Darwin Capital del Territorio Norte Australiano
Tras dejar atrás el Mar de Coral y su Barrera y una vez cruzado el estrecho de Torres que separa Papúa Nueva Guinea y Australia nos adentramos en el Océano Indico, y más concretamente en el hasta ahora desconocido para nosotros mar de Arafura, un mar con una profundidad que solo tiene de 50 a 80 metros, muy poco común en este océano.Tras dos días más de navegación llegamos a la última escala australiana de nuestro viaje, la ciudad de Darwin, una ciudad muy moderna situada en una península. Es una ciudad que ha sido devastada en dos ocasiones en el último siglo. La primera fue en febrero de 1942 cuando sufrió un ataque aéreo de la aviación japonesa poco tiempo después del ataque a Pearl Harbour. La ciudad fue destruida por una cantidad de bombas superior a las lanzadas en Pearl Harbour.
La segunda fue producida por el tifón Tracy en 1974 que destruyó más del 80 por ciento de la población.

Llegamos a las 8 al puerto y puesto que no tenemos nuestra excursión hasta las 9,45 aprovechemos el tiempo cogiendo un autobús lanzadera que en solo 5 minutos nos llevó al centro de la ciudad, justo al lado de la calle Smith, la calle más comercial de la ciudad.
En la actualidad se trata de una ciudad con edificios modernos, sin apenas edificaciones antiguas, y como todas las ciudades de Australia con una gran limpieza y una gran oferta de comercios y restauración. Otra característica son los numerosos murales artísticos que se encuentran en las paredes de muchos de sus edificios. Recorremos la calle Smith logrando encontrar el edificio del hotel que resistió el bombardeo y el tornado de 1974 y que es la imagen de portada.
Después de pasear por el centro de la ciudad repleto de comercios nos decidimos a entrar en una tienda de ropa cuyo escaparate nos llamó la atención, para finalmente comprarnos alguna cosa.
En la actualidad se trata de una ciudad con edificios modernos, sin apenas edificaciones antiguas, y como todas las ciudades de Australia con una gran limpieza y una gran oferta de comercios y restauración. Otra característica son los numerosos murales artísticos que se encuentran en las paredes de muchos de sus edificios. Recorremos la calle Smith logrando encontrar el edificio del hotel que resistió el bombardeo y el tornado de 1974 y que es la imagen de portada.
Después de pasear por el centro de la ciudad repleto de comercios nos decidimos a entrar en una tienda de ropa cuyo escaparate nos llamó la atención, para finalmente comprarnos alguna cosa.


Tras las compras regresamos al puerto para iniciar la excursión que nos va a llevar a uno de los lugares más emblemáticos de la zona, el Parque Nacional de Litchfield que se hallaba a más de 1 hora de camino. El paisaje que nos acompaña durante el trayecto es muy interesante. Podríamos decir que se trata de una sábana, además de encontrarnos con zonas de manglares.
Tras atravesar un lugar denominado Rum Jungle, donde nos explicaron que hubo una mina de extracción de uranio, ya abandonada, y la `población de Batchelor, a 96 km de Darwin, una de las poblaciones donde se instalaron campos de aviación durante la 2 guerra mundial, llegamos a la entrada del parque.
Tras atravesar un lugar denominado Rum Jungle, donde nos explicaron que hubo una mina de extracción de uranio, ya abandonada, y la `población de Batchelor, a 96 km de Darwin, una de las poblaciones donde se instalaron campos de aviación durante la 2 guerra mundial, llegamos a la entrada del parque.

Nos dirigimos hacia el paraje denominado la Catedral de las termitas. En el observamos primero los termiteros magnéticos que tienen hasta 100 años de antigüedad, y que son exclusivos de la parte norte de Australia.
Los termiteros magnéticos de una altura de hasta 2 metros son como enormes brújulas magnéticas, con sus bordes delgados apuntando de norte a sur y su parte ancha situadas de este a oeste. Esta disposición termo-regula los montículos para que las termitas en su interior tengan una alta humedad y temperaturas estables que es lo que prefieren.
Los termiteros magnéticos de una altura de hasta 2 metros son como enormes brújulas magnéticas, con sus bordes delgados apuntando de norte a sur y su parte ancha situadas de este a oeste. Esta disposición termo-regula los montículos para que las termitas en su interior tengan una alta humedad y temperaturas estables que es lo que prefieren.

Tras ello observamos las catedrales de los termiteros que son estructuras más altas que llegan hasta los 4 metros de altura.


Tras esta interesante visita nos dirigimos hacia una serie de cascadas que se encuentran en el parque, aunque en ninguna de ellas estaba permitido nadar.
La primera de las cascadas que visitamos fue la cascada de Wangi, aunque antes de acercarnos a admirar su belleza realizamos un picnic en una zona habilitada para ello. En la visita además de admirar la belleza de la caída del agua y del entorno que la rodea vemos un artilugio parecido a una jaula destinada a refugio en caso de ataque de cocodrilos.
La primera de las cascadas que visitamos fue la cascada de Wangi, aunque antes de acercarnos a admirar su belleza realizamos un picnic en una zona habilitada para ello. En la visita además de admirar la belleza de la caída del agua y del entorno que la rodea vemos un artilugio parecido a una jaula destinada a refugio en caso de ataque de cocodrilos.

Tras esta visita nos dirigimos a la cascada denominada Tolmer Falls otro precioso salto de agua rodeado de una selva impresionante

Finalmente, el guía nos llevó a una nueva cascada en este caso Florence Falls, una preciosa cascada donde además hay un mirador desde el cual se puede contemplar una impresionante vista de un bosque o selva que se pierde en el horizonte. Un verdadero mar verde

Tras ello iniciamos el regreso a Darwin por el mismo camino.
Otra de las cosas que nos asombran son los super trenes de carretera camiones con 4 o 5 remolques articulados que circulan por nuestra misma carretera.
Tras llegar al puerto agotados, ya que durante todo el día la temperatura ha sido superior a los 34 grados y la humedad altísima subimos al barco con grandes deseos de tomar una ducha reparadora y descansar un rato. Tras ello subimos a la cubierta superior para despedirnos de Darwin y con ello de Australia y de Oceanía.
Otra de las cosas que nos asombran son los super trenes de carretera camiones con 4 o 5 remolques articulados que circulan por nuestra misma carretera.
Tras llegar al puerto agotados, ya que durante todo el día la temperatura ha sido superior a los 34 grados y la humedad altísima subimos al barco con grandes deseos de tomar una ducha reparadora y descansar un rato. Tras ello subimos a la cubierta superior para despedirnos de Darwin y con ello de Australia y de Oceanía.


Gracias a la amabilidad de un compañero de viaje que nos ha proporcionado una imagen de el animal que nos faltaba por enseñaros aquí tenéis la imagen de un tierno Koala

Ha sido impresionante,todo el viaje de Australia y la última escala Darwin muy bonita muchos besos desde otra impresionante ciudad Barcelona
Precioso. Me alegro un montón que lo estéis pasando genial. Con ganas de veros ya.