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Petra – Aqaba – 25 de Abril

Escala en Aqaba – Visita a Petra – Jordania

Tras cuatro días de travesía, los dos primeros a través del corredor de seguridad en la zona del golfo de Adén y el Cuerno de África y los dos últimos navegando por el Mar Rojo con la costa de Arabia a estribor y la de Egipto a babor, llegamos a la que será la ultima escala de nuestra vuelta al mundo, ya que las escalas europeas no cuentan como recorrido, ya que en Civitavecchia se inicia un nuevo crucero semanal por el Mediterráneo que iremos abandonando al llegar a nuestro destino. La ultima escala es la que nos llevará a visitar las ruinas de la conocidísima ciudad nabatea de Petra. Para visitarla el barco atraca en la ciudad de Aqaba, el único puerto con que cuenta Jordania con una población de 188.000 habitantes. Se halla en una franja de costa de 26 kilómetros solamente, con fronteras cercanas de Israel, con su ciudad de Eliat en la otra orilla del golfo, que la podemos ver desde el barco, y de Arabia Saudí en el otro lado.
La ciudad de Aqaba está habitada desde el año 4000 a. C. y alberga el castillo de Aqaba de la época islámica y, junto a él, se encuentra el Museo Arqueológico de Áqaba. Sus playas son populares para practicar windsurf y otros deportes acuáticos, y la zona es un importante destino para los amantes del buceo, con zonas de buceo destacadas, como el arrecife de coral de Yamanieh del parque marino de Áqaba, al sur de la ciudad, que entra en competencia con el famoso destino egipcio de Sharm el Seik.
Actualmente la economía jordana se basa en lo que llaman el triangulo de oro y que lo forman Aqaba, Petra y el desierto de Wadi Rum, destacados destinos turísticos.
Petra se encuentra a 125 Km al norte de Aqaba y por ello nos tenemos que levantar muy temprano, ya que la hora de salida es a las 7,45. Debemos pasar un control de pasaportes donde se quedan con ellos, para devolverlos a los servicios del barco. Nuestro autobús como casi siempre sale el último y emprendemos un camino de casi 2 horas unas veces por autopista y otras veces por carreteras locales ya que hay zonas de la autopista que están en obras. La autopista es la que lleva hacia Amman y continua por Siria hasta llegar a Turquía y el Bósforo.
El guía nos da datos sobre el país que vive casi únicamente del turismo y de las subvenciones que recibe de Arabia y EEUU por mantener una política de paz y por hacerse cargo de millones de refugiados sirios, palestinos y ahora iraquís.
Cuando falta poco para llegar, todos los autocares de la caravana del barco que se dirige a Petra se detienen en un lugar que es una inmensa tienda de recuerdos y una cafetería, pero los precios son disparatados. Desde allí se puede observar una vista desde las alturas de la zona donde se halla el valle de Petra.
Tras estar más de media hora parados por fin continuamos durante más de 20 minutos hasta el área de recepción y parking de Petra en la ciudad del mismo nombre. El nombre procede de la palabra griega Petros. También es conocida como El-Batra, su nombre en árabe. Fue convertida en Patrimonio de la Humanidad en 1985 y en 2007 fue nombrada como una de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo. También recibe el nombre de Ciudad Rosa por el color que tienen sus rocas al atardecer y amanecer.
Tras repartir el guía las entradas entramos en el recinto y durante un primer tramo que no sin interés arqueológico que se halla lleno de tiendas y de gente ofreciendo diferentes medios de transporte en caballo, camello etc.
Tras unos 500 metros llegamos a la zona donde se encuentran las primeras tumbas destacando entre ellas los Cubos Djinn, tres bloques de piedra, posiblemente del siglo I a.c. que se cree eran tumbas y que uno de ellos tiene una de las caras adornadas por semicolumnas. Y un poco más adelante nos encontramos con la denominada tumba de los Obeliscos.
Más adelante llegamos al inicio del ‘Siq’ que significa desfiladero y que es un estrecho pasaje de 1.5 Km excavado en la arenisca y que era el camino de entrada a la ciudad.
En su recorrido podemos admirar alguna de las tumbas y pequeños templos que también allí fueron construidos, así como pequeños muros que hacen la función de presa para evitar que el Siq se inunde con las lluvias torrenciales.
También podemos observar en ambos lados del camino unas canalizaciones excavadas en la roca y que formaban parte de la infraestructura de la ciudad para llevar agua.
Tras andar durante más de 20 minutos en bajada, llegamos a un último tramo desde el cual ya se vislumbra la conocida imagen del ‘Tesoro’ visto desde el desfiladero, que es la construcción más conocida de la ciudad.
Tiene una altura de 40 metros y una anchura de 28 metros y que fue construido en el siglo I a.c., siendo excavado en la roca, iniciándose desde la parte superior.
No se trata de ningún tesoro, sino que debió de ser un templo o bien una tumba real, pero su saqueo posterior impidió saber su verdadera función. Su fachada tiene dos niveles, el inferior de 12 metros, decorado con 6 columnas que soportan un frontón con unos relieves escultóricos a los lados. En el interior hay una sala vacía de 12 metros cuadrados que no se puede visitar.
Había una ingente cantidad de personas admirándola, así como numerosos beduinos con sus camellos que ofrecían sus servicios. En la explanada también hay tiendas de souvenirs y un café.
Seguimos el camino a la derecha, llena de tenderetes y llegamos a un lugar en el cual a su izquierda hay un anfiteatro nabateo semicircular con capacidad para ocho mil personas, tallado directamente de la roca a principios del siglo I d.c. bajo el gobierno del rey Aretas IV el rey nabateo más conocido. Tras la anexión romana en el 106 d.c. estos lo ampliaron y dejaron a la vista algunas de las tumbas que se encontraban en la zona.
Justo enfrente del anfiteatro se encuentran la zona de las tumbas reales. Para poder verlas se ha de trepar por unas escaleras en la roca bastantes peligrosa y algún compañero de excursión se cayó.
Las tumbas son monumentales, pero su interior está vacío. También hay cuevas o tumbas menores con unas betas de colores en la roca preciosas.
Tras un descenso más sencillo por el otro lado y dado que ya habíamos estado más de 3 horas visitando la zona y debíamos desandar todo el camino para regresar al Hotel Movenpick justo al lado del edificio de la recepción del Centro Arqueológico de Petra iniciamos nuestro retorno volviendo a pasar por ‘el Tesoro’, que volvemos a admirar y retomamos otra vez ‘el Siq’ en esta oportunidad tuvimos que hacerlo en subida, lo que lo hizo un poco más duro.
En este punto es importante remarcar que posiblemente solo pudimos visitar una parte de la zona arqueológica. Nos han faltado numerosos lugares interesantes que bien merecerían una segunda visita como son la zona del área urbana con una vía columnada, teatro, un gran templo y varios templos pequeños y sobre todo un lugar de muy difícil acceso que es el denominado ‘Monasterio’ que es una de las construcciones más importantes del lugar.
También cabe remarcar para dar contexto a la magnificencia del lugar que solo se ha descubierto un 15% de lo que se considera que es el conjunto arqueológico total.
Antes de ir a comer paramos en las tiendas de la entrada del complejo y compramos varios recuerdos entre ellos un libro de Petra.
Vamos a comer al hotel, muy lujoso por cierto y nos dan un buffet muy bueno, con platos típicos jordanos como un cordero asado que el cocinero sirve arrancándolo del hueso con la mano junto a un arroz condimentado muy rico también. También tienen unos postres dulces típicos de la zona y según Inma un postre que se sirve templado que le recuerda a la sopa cana.
Tras la comida nos vamos al parking para coger el autobús y regresar por el mismo camino de la ida hacia el barco donde llegamos sobre las 5,30 justo a tiempo para iniciar el último tramo de nuestra aventura que contará con otro hecho importante para nosotros como es el navegar por el Canal de Suez.
Nos vamos de Aqaba con la idea de haber vivido una de las maravillas que este mundo nos ofrece, pero también con la idea de que la falta de tiempo nos ha dejado la sensación de que hemos realizado una visita soñada desde hace mucho tiempo pero que está ha sido incompleta y que merecía más de un día, lo cual nos hace pensar en que es un destino al que podríamos regresar.

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