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Puerto Madryn, 29 de Enero

Puerto Madryn

Tras un día de travesía desde Montevideo llegamos a nuestro siguiente destino, una ciudad hasta el día de hoy desconocida para nosotros.
Puerto Madryn es la ciudad más antigua de la Patagonia que se encuentra en el paralelo 42, lo que en el hemisferio norte sería la situación de Barcelona o Roma y se encuentra en la provincia de Chubut. Los primeros inmigrantes que llegaron a la zona fueron galeses, de donde proviene el nombre de la ciudad que se encuentra en el norte de la Patagonia, siendo el principal puerto de la región. Tiene una población de 93.900 personas y su clima es templado, contando con una larga playa que abarca toda la extensión de la población. La marea llega a dejar hasta 500 metros de playa con el descenso del agua. Es un anfiteatro natural formado por el Golfo Nuevo donde la fauna es la principal estrella, siendo también denominada la ciudad de las ballenas. Es un lugar donde cada vez llega más turismo, y sus principales recursos económicos son: la más importante fabrica de aluminio de Argentina, la pesca sobre todo de camarones y calamares, y el turismo al ser la entrada a la famosa Península de Valdes, lugar a donde nos dirigimos con la excursión para gozar por primera vez de una excursión de temática de fauna y flora.
Entramos en la península Valdés a través de un istmo de unos 5 Km. de anchura que está limitado por dos golfos, al sur el golfo Nuevo y al norte el golfo de San José. Realizamos una parada en el Centro de visitantes donde podemos observar muestras y fotografías de la fauna y flora de la península. A continuación seguimos circulando por una pista de tierra durante una 1 hora 30′, el paisaje que pudimos observar a lo largo de todo el recorrido es el de la estepa patagónica, con arbustos de pequeño tamaño, sin arboles y unas inmensas planicies. También pudimos observar muchos grupos de guanacos, una especie muy similar a las llamas y que campan en libertad así como multitud de rebaños de ovejas que pastan también en libertad, y unas salinas ya abandonadas. Otra cosa sorprendente y algo que según el guía es muy difícil de ver, es que en nuestro camino nos cruzamos con dos gauchos en sus caballos acompañados por su perro cuidador de ovejas un border collie precioso.
Finalmente llegamos a nuestro destino que es la Finca San Lorenzo en cuya cercanía se haya una playa donde se ha formado una inmensa pingüinera, de una gran extensión en la cual cada año cerca de 400.000 pingüinos de Magallanes vienen a poner sus huevos y después de cuidar a sus crías durante el verano, emigrar hacia el norte nadando una vez sus crías han perdido el plumaje que es como una pelusa que les envuelve. En toda la extensión de la pingüinera podemos observar que junto a cada arbusto hay un agujero donde los pingüinos han construido su nido. Nos sorprendió muchísimo la pingüinera ya que la idea que teníamos de los pingüinos era la de unos animales cuyo hábitat era el hielo y con un clima frío y en cambio nos encontramos en una playa rodeada de arbustos bajos y con una temperatura de 36 grados. Tras la interesantísima visita nos dirigimos a la Estancia de San Lorenzo donde comemos un cordero hecho a la parrilla junto a embutidos queso y empanadas.
En estas cuatro imágenes podéis observar 5 tipos de fauna que nos encontramos a lo largo de nuestra excursión : guanacos, elefantes marinos, lobos marinos y la última donde se combinan y conviven ovejas y pingüinos. Y en el video el comportamiento de los pinguinos
Tras finalizar la comida, reemprendimos la excursión dirigiéndonos hacía Punta Norte en cuyas playas pudimos observar cientos de leones marinos con sus crías y algunos elefantes marinos que dormitaban en la orilla de la playa. Las ballenas se pueden avistar desde esta zona pero ahora no es su temporada estando mas al sur. Con un poco de suerte podíamos haber avistado orcas, pero no la tuvimos en el rato que estuvimos observado a los leones y elefantes. marinos. El único y sorprendente animal que pudimos ver fue un armadillo que apareció en el mismo parking donde estaba nuestro autobús y que se comportó realmente como un animal domestico puesto que aceptaba la comida que algunos visitantes le daban . Tras ello empezamos el camino de retorno al barco, lo cual nos llevaría cerca de 2 horas. Casi todo el largo camino de regreso lo realizamos a través de una pista de tierra, lo cual significó una buen castigo para nuestras espaldas y riñones.
Antes de regresar al muelle el guía nos enseño el centro de la ciudad, una ciudad ordenada y muy limpia con casa bajas. Un amplio paseo marítimo que se extiende hacia el sur al lado de la playa y a lo largo del cual se observan chalets de mayor nivel que las casas del centro. En este paseo se encuentra el monumento a los galeses encarnado por la imagen de una mujer galesa. Finalmente regresamos al barco e iniciamos nuestra singladura hacia el Sur y el frio de Ushuaia
En este video podeis observar la vista de la ciudad desde el barco al partir

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