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Singapur – 8 de Abril

Singapur ‘La perla de Asia’

Tras dos días de travesía a través de mares que nos traen a la memoria libros de aventuras de nuestra juventud como son el mar de Bali y el mar de Java llegamos a nuestro próximo destino, la ciudad-estado de Singapur. Era otra de las escalas que estaba marcada en rojo en nuestra agenda, ya que teníamos unas referencias excelentes de esta gran ciudad. Singapur es un enclave con numerosos grupos étnicos y cada barrio conserva su propio sabor distintivo como son la pequeña India, Chinatown o la zona árabe de la ciudad. En el centro se hallan los edificios públicos históricos y a su alrededor han emergido los rascacielos de su centro financiero. La población de Singapur es de 5.637.000 habitantes siendo las exportaciones, en particular en los sectores de la electrónica, los productos químicos y los servicios financieros, así como la posición de Singapur como centro regional de Asia y el Pacífico, para la gestión patrimonial, las que constituyen la principal fuente de ingresos de su economía, lo que le permite comprar recursos naturales y materias primas escasas como el agua que han de recibir de la vecina Malasia. Su puerto es el más activo del mundo en términos de tonelaje. Es el puerto de contenedores más activo y abastece más de la mitad de la demanda de crudo del mundo. Su importancia es la de encontrarse ubicado en el estrecho de Johor siendo ruta obligada entre el Océano Pacífico y el Océano Índico.
Una vez atracados en el puerto, bajamos hacia la terminal a las 7,45 con nuestros amigos franceses puesto que no íbamos a hacer ninguna excursión del barco e íbamos a ir por libre. Tuvimos que hacer una cola de unos 10 minutos para pasar el trámite aduanero en el que nos hicieron una foto y nos tomaron las huellas en los escáneres.
Tras ello salimos a la terminal de cruceros, una terminal de un tamaño que muchos aeropuertos no tienen. En la salida de la terminal cogimos un taxi que nos llevó al Gardens by the Bay un gran complejo ajardinado con una extensión de 101 hectáreas.
Tuvimos que esperar dando una vuelta por sus jardines ya que las instalaciones no abrían hasta las 9 horas.
El parque consta de tres jardines frente al mar: Bay South Garden (en Marina South ), Bay East Garden (en Marina East ) y Bay Central Garden.
El más grande de los jardines es el Bay South Garden con 54 hectáreas. Tiene dos invernaderos el Flower Dome, el invernadero de cristal más grande del mundo con plantas de todo el mundo, y el Cloud Forest, siendo ambos un escaparate de tecnologías de construcción sostenibles que ahorran energía y proporcionan un espacio de entretenimiento educativo con todo tipo de climas en su interior.
De ambos espacios teníamos entradas compradas por anticipado. Ambos invernaderos son muy grandes, alrededor de 1 hectárea. El Flower Dome es el invernadero sin columnas más grande del mundo. La construcción de los invernaderos fue especial en dos sentidos. En primer lugar, al poder tener un techo de vidrio tan grande sin soporte interior adicional de columnas y en segundo lugar, porque minimizan la huella ambiental ya que el agua de lluvia que se recoge en la superficie circula por el sistema de refrigeración que está conectado a los Supertrees, unos inmensos arboles artificiales que se encuentran en el exterior que se utilizan tanto para ventilar aire caliente como para enfriar el agua circulante.
A las 9 entramos en el Flower Dome que tiene en su interior ocho jardines temáticos que van desde el desértico al mediterráneo o al jardín japonés. Todo ello con increíbles figuras realizadas en madera imitando animales y también con esculturas que son verdaderas obras de arte. Incluso en el jardín japonés hay unas figuras de los personajes de Pokémon junto a un tren en miniatura.
En todo el amplio espacio abierto se exhiben flores, árboles y plantas exóticas de cinco continentes diferentes, y todo ello expuesto con un gran gusto y proporción, una verdadera maravilla y digno de una visita prolongada, cosa que no podíamos hacer.
En esta imagen podéis comprobar una escultura de nombre ‘ Viajeros’ y que se haya ubicada en medio de un grupo de flores. Es una imagen impactante.
Tras acabar esta visita nos dirigimos al otro invernadero, el Cloud Forest, un poco más pequeño y que cuenta con la segunda cascada cubierta más alta del mundo. Reproduce las condiciones frescas y húmedas que se encuentran en las regiones montañosas tropicales y cuenta con una «montaña de nubes» de 42 metros. Después de ascender a la cima en un ascensor, los visitantes descienden de la montaña a través de un camino circular que cruza varias veces por debajo de la cascada de 35 metros.
A todas estas maravillas y para mayor sorpresa nuestra se unió que en la actualidad en todo este entorno hay una exposición temporal en la que se ha representado a lo largo de todo su espacio un mundo fantástico que simula ser Pandora, el planeta de Avatar
Pudimos ver representaciones de sus personajes y de las criaturas voladoras que aparecen en ellas. Además, en una sala oscura se proyecta en el suelo y una pared una serie de imágenes que te transportan a ese planeta. En unas máquinas de realidad virtual, te hacen creer que estas cabalgando sobre uno de los ‘seres voladores de la película’. Una pasada. Lo cierto es que salimos de este invernadero con la sensación de haber tenido una experiencia única y extraordinaria.
A continuación os dejamos dos videos de la sala de proyecciones con imágenes del mundo de Pandora
Para dirigirnos hacía nuestro próximo destino tuvimos que pasar por la zona de los supertrees que son 18 estructuras en forma de árbol que dominan el paisaje de los Jardines con alturas que oscilan entre los 25 metros y los 50 metros. Se trata de jardines verticales que cumplen multitud de funciones, entre las que se encuentran la de conservar plantas, dar sombra y funcionar como motores ambientales de los jardines. Están equipados con tecnologías ambientales que imitan la función ecológica de los árboles: células fotovoltaicas que aprovechan la energía solar que se puede utilizar para algunas de las funciones de los Supertrees como la iluminación, similar a la fotosíntesis de los árboles y la recolección de agua de lluvia para el riego y las exhibiciones de fuentes. Los Supertrees también cumplen funciones de entrada y salida de aire como parte de los sistemas de refrigeración de los invernaderos. Hay una pasarela elevada, OCBC Skyway, entre dos de los Supertrees más grandes para tener una vista aérea panorámica de los Jardines, cosa que no pudimos hacer ya que no teníamos tiempo.
Nuestra próxima visita era a la terraza del Marina Bay Sands Hotel, una plataforma en la cumbre de este magnífico complejo de tres edificio que une a los tres en su parte superior donde se hayan un observatorio, restaurantes y bares con una piscina infinita exclusiva para los clientes del hotel .
El observatorio se haya en el piso 56 de este complejo hotelero que además cuenta entre otras cosas con gran centro comercial y un gran casino.
Las vistas que pudimos contemplar desde el observatorio fueron espectaculares. Toda la bahía de Singapur con cientos de barcos esperando para cargar o descargar sus mercancías que según nos han comentado llegan a ser una media de 1000 barcos al día, los rascacielos del centro financiero, la noria gigante y los Garden By the Bay, así como parte del circuito urbano de la Formula 1.
L0s videos no son de muy buena calidad pero son interesantes, os rogamos os fijeis en el numero de barcos que hay a la espera de cargar o descargar en la bahía
Tras descender de el observatorio, iniciamos una caminata bordeando la Marina Bay, Tras pasar junto al Artscience Museum un edificio con forma de flor de loto, cruzamos el puente peatonal llamado Helix.                                              
Llegamos justo al lado del Estadio Flotante, un campo de juego flotante en la bahía, con solo gradas en uno de los lados en tierra firme.
Seguimos paseando llegando junto a la galería nacional de Singapur con un diseño muy especial de triángulos
Finalmente llegamos frente al famoso hotel Fullerton que se haya justo enfrente del principal símbolo de identidad de Singapur que es la estatua del Merlion, un ser mitad león mitad pez.
Desde allí y como se nos había hecho muy tarde nos dirigimos en un taxi a Chinatown, donde fuimos a comer a un restaurante chino en el que los únicos occidentales éramos nosotros y lo cierto es que comimos bien, aunque controlando ya que pedimos las cosas que más o menos conocíamos, fideos y dumplings y pichos de barbacoa y así y todo picaban un poco.
Tras comer dimos una vuelta por las calles de la zona, llenas de tiendas, restaurantes y también grandes centros comerciales. Por casualidad nos encontramos con un templo hindú, el Templo Sri Mariamman, que se trata del más antiguo de Singapur que se halla en el centro de Chinatown y sirve a la mayoría hindú , los tamiles. Durante este recorrido por Chinatown el cielo se empezó a oscurecer y empezó a llover, cosa que ya nos había advertido por la mañana un simpático empleado del control de la subida a la plataforma del Hotel Marina Bay.
Por ello y por el cansancio que ya se hacía sentir decidimos regresar al barco y tras pasar por un nuevo control exhaustivo en la aduana dimos por concluida nuestra visita a Singapur. Nuestra última visión de la ciudad fue desde la popa del barco desde donde vimos alejarse las luces de esta ciudad maravillosa mientras nos dirigíamos hacía la vecina Malasia.
La mayoría de los pasajeros nos preguntábamos por qué solo habíamos estado un día en este magnífico destino, ya que nos habíamos perdido la oportunidad de contemplar otras maravillas como por ejemplo el espectáculo nocturno de luces y música que se ofrece en el Garden de la bahía. La posibilidad de subir a la Noria Singapur Flayer la segunda noria mirador más alta del mundo con sus 165 metros de altura y desde ella ver el recorrido del circuito de Formula 1.
Así como visitar la cercana isla de Sentosa que es un destino turístico de primer nivel. Entre sus atracciones podemos encontrar una playa de dos kilómetros de longitud, dos campos de golf, dos hoteles cinco estrellas y el parque de ocio World Sentosa, que incluye el parque temático Universal Studios Singapore. También se encuentra en esta isla el segundo acuario más grande del mundo, hogar de más de 100 000 animales marinos que representan 1000 especies en más de 40 hábitats diversos.
Lo dicho una pena, pero tenemos el convencimiento de que si alguna vez volvemos a esta parte del mundo será condición indispensable el hacer una escala de un par de días en esta ciudad.
P.D Para los que nos habéis hecho comentarios, ¿se nota que esata escala si que nos ha gustado?

3 comentarios

  1. Cristina Estany

    Os voy siguiendo casi dia a dia
    Bali con sus templos y campos de plantación un relax para la vista
    Singapur un cambio espectacular..flores y edificios
    Feliz viaje
    Un abrazo

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